Joshua McCarthy despachó su equipaje en el aeropuerto de Dubai. Esperó con tranquilidad el anuncio del vuelo de British Airways con destino a Londres y subió al avión. Luego de despegar, ordenó a la azafata vino. Una y otra vez. Hasta emborracharse. Y volverse agresivo y peligroso.
En total fueron cinco botellas pequeñas de vino. Lo suficiente para que armara un alboroto considerable en pleno vuelo, insultara a las azafatas encargadas del resto de los pasajeros y mordiera durante dos minutos a otro que intentó tranquilizarlo.
«¡Los voy a matar!», gritó a la tripulación cuando ésta intentó tranquilizarlo. Fue entonces cuando insultó a una de las encargadas: «¡Maldita zorra pelirroja nazi!». Todas las pruebas fueron llevadas hasta una corte, que escuchó detenidamente los relatos sobre el comportamiento de McCarthy, quien perdió la cabeza durante 90 minutos.
En un momento determinado, intervino un hombre identificado como Christopher McNerlin, que sufrió el ataque bucal del borracho ante la sorpresa y el temor del resto.
Una corte de Londres lo encontró culpable de todos los cargos. Sin embargo, no enfrentará la cárcel. Deberá cumplir 200 horas de servicio comunitario, pagar 500 dólares al hombre que mordió y otros 850 dólares a las demás víctimas que debieron soportarlo.
Fuente: Infobae
Líder en noticias de aviación